Con los costos operativos y la sostenibilidad en la agenda de la industria marítima, una cosa es segura: sea cual sea el combustible que use, debe usar la menor cantidad posible. Eso significa cambiar a un revestimiento de casco de alto rendimiento.

La IMO ha declarado que quiere que la industria marítima reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 50 por ciento para 2050. Al mismo tiempo, los operadores de embarcaciones, los clientes y otras partes interesadas de la industria están presionando para lograr operaciones más sostenibles. Esto ha colocado al combustible en el centro de las discusiones de la industria. La pregunta que todos se hacen es "¿cuál será el combustible del futuro?". 

Actualmente, hay muchos combustibles diferentes que presionan por el reconocimiento y el dominio eventual de la industria, desde el amoníaco y los biocombustibles hasta el GNL.

Todos tienen fortalezas y debilidades. Varios operadores han encargado recientemente, por ejemplo, nuevos buques alimentados con GNL, que operan con menos emisiones de dióxido de carbono y azufre que los buques actuales. Pero se necesita cuidado. Sin sistemas de motor dedicados, la quema de GNL puede provocar la liberación de metano, el llamado "deslizamiento de metano", un gas de efecto invernadero aún más dañino para el medio ambiente que el dióxido de carbono. Como resultado, si muchas más embarcaciones cambian a GNL, la IMO puede necesitar considerar nuevas reglas para limitar las emisiones de metano ante la creciente preocupación de que los objetivos de la OMI no se puedan cumplir razonablemente.

Para los operadores de embarcaciones, esto presenta un dilema importante: qué combustible utilizar y cuándo apostar. Toda la decisión es de incertidumbre, un equilibrio entre los costos de conversión y la disponibilidad futura, los precios del combustible y el impacto ambiental, todos los cuales son relativamente desconocidos. La única certeza en lo que respecta al uso de combustible es que menos es más.

No importa qué tipo de combustible use una embarcación. Al final del día, para lograr los costos más bajos y la mayor sostenibilidad, las embarcaciones deben usar la menor cantidad de combustible posible. Todos los combustibles cuestan dinero e incluso los combustibles de emisiones extremadamente bajas, como el amoníaco y el hidrógeno, incurren en un "costo de carbono" durante la producción. La reducción del consumo de combustible no solo reduce los costos, sino que también reduce las emisiones de carbono, tanto en la producción como en el barco.

Hay una forma de lograrlo. Un revestimiento de casco de alto rendimiento reducirá el consumo de combustible, independientemente del tipo de combustible que elija. Esto reducirá tanto sus costos de combustible como su impacto ambiental, sin importar donde ocurra.

Dado que el caso de negocio para cualquier tipo de combustible se basa en el costo, la capacidad probada de ahorro de combustible de los revestimientos de casco de alto rendimiento tiene un sólido sentido comercial.

Basado en la tecnología Actiguard, los recubrimientos de casco Hempaguard de Hempel han sido ampliamente probados durante muchos años para ofrecer un rápido retorno de la inversión. Independientemente de lo que suceda con los precios del combustible o el combustible que se utilice, un sistema de revestimiento de casco líder en el mercado como Hempaguard X7 o MaX de Hempel reducirá el consumo de combustible y los costos y emisiones asociados.

Al elegir un revestimiento de casco, la reducción de la pérdida de velocidad es clave. Considere un VLCC. La pérdida de velocidad promedio utilizando un revestimiento de casco antiincrustante promedio del mercado es del 5,9 por ciento en cinco años. En comparación, se ha documentado que Hempaguard X7 (utilizando el método ISO 19030) ofrece una pérdida de velocidad máxima del 1,4% durante cinco años. Esto corresponde a un ahorro de combustible del 13,5% en comparación con el revestimiento de casco antiincrustante promedio del mercado. Incluso cuando se utilizan combustibles de bajo costo, Hempaguard X7 podría generar un ahorro anual en la región de USD 1,3 millones y un retorno de la inversión en menos de cinco meses.

Vale la pena señalar que esto es significativamente más rápido que otras tecnologías actualmente disponibles, incluidos los rotores Flettner, como descubrió el proyecto Green Ship of the Future. El proyecto evaluó lo que las tecnologías existentes pueden hacer para reducir el consumo de combustible mediante la 'modernización' de la actual flota. Las comparaciones directas mostraron que los recubrimientos Hempaguard proporcionan un ahorro tan bueno o mayor que incluso los rotores Flettner, pero son mucho más baratos de instalar. Como resultado, los recubrimientos Hempaguard ofrecerán un retorno de la inversión durante el primer año, en comparación con los diez años de un rotor Flettner.

Ejemplo de embarcación: VLCC. Supuestos; consumo diario de combustible por buque 80 toneladas, nivel de actividad anual 70 por ciento. 

En lo que respecta a la elección del combustible, la selección de un revestimiento de casco de alto rendimiento es la única inversión que se muestra claramente para reducir tanto las emisiones como los costos, sea cual sea el combustible elegido. Esto lo convierte en una opción tanto comercial como ambientalmente responsable.

Un revestimiento de casco de alto rendimiento reducirá los costos para los operadores de embarcaciones y hará que la embarcación sea más atractiva para los que pagan por el flete, quienes naturalmente se sienten atraídos por embarcaciones que operan con un menor costo de combustible. También atraerá a inversores y clientes, que cada vez más hacen énfasis un impacto medioambiental más bajo demostrado. Es la única certeza en un paisaje incierto.