Contexto
Por las reglamentaciones que entraron en vigencia a comienzos de este año para limitar las emisiones de azufre a la atmósfera en el transporte marítimo, las empresas navieras deben escoger entre dos opciones: usar combustibles bajos en azufre o bien instalar depuradores para continuar utilizando diésel convencional. Más allá de los cálculos que se hagan, hay una variable que no debería dejar de considerarse: el impacto del revestimiento del casco para la evaluación sobre cómo se amortizaría cada alternativa.
Discusión
Se ha comprobado que seleccionar un revestimiento óptimo del casco reduce el uso de combustible, independientemente de qué tipo se está utilizando. De tal manera que si se encuentra degradado y lleno de incrustaciones, el motor necesitará producir más potencia para mover la embarcación a través del agua a una velocidad determinada. Esto significa que usará más combustible y, además, que liberará más emisiones.
La pérdida de velocidad se mide por la diferencia en la velocidad alcanzada por un buque con un casco limpio en comparación con uno igual que se encuentre degradado. Tomando un VLCC (Very Large Crude Carrier) como ejemplo, si el propietario del buque hubiese elegido un revestimiento de casco promedio del mercado, la pérdida de velocidad durante un período de cinco años hubiera sido alrededor de 18 por ciento. Al seleccionar un recubrimiento de primera calidad como el Hempaguard X7, la pérdida de velocidad se puede reducir significativamente a sólo 1,4% durante el mismo período, lo que significa un ahorro de combustible del 13,5%.
Comparación
Para hacer el cálculo de amortización planteado al comienzo, en la siguiente tabla consideramos la opción de la instalación de un depurador en un buque propulsado a combustible convencional con un revestimiento de casco de primera calidad. La economía operativa generada por esta opción le permite al propietario recuperar la inversión realizada en el depurador y el recubrimiento en poco más de 5 años. Si el propietario, en cambio, hubiese optado por el recubrimiento promedio del mercado, no habría ahorrado en consumo combustible y, por lo tanto, el costo del depurador no se habría recuperado.
Ahora, la siguiente tabla considera la opción de un buque propulsado con el combustible bajo en azufre. Como demuestra el estudio, el uso de un recubrimiento de primera calidad ofrece una recuperación de los costos del insumo en poco menos de cuatro meses y un ahorro anual de más de $ 1.4 millones.
Conclusión
Los navieros tienen que tomar una decisión clara: optar por instalar un depurador y continuar quemando combustibles altos en azufre o bien cambiar a la alternativa de bajo contenido de azufre. Hempel no puede aconsejar qué camino tomar, pero sí puede demostrar que el propietario del buque puede recuperar completamente la inversión en cualquiera de los dos casos aplicando un revestimiento de casco de primera calidad.
Los ahorros generados por el uso de un revestimiento de casco premium “pagarán” el costo de un depurador y el revestimiento dentro de un plazo de 5 años (utilizando el ejemplo anterior). Mientras que si el propietario en cambio ha optado por pasarse a combustibles bajos en azufre, los ahorros logrados mediante el uso de un revestimiento de casco premium amortizarán el costo del revestimiento en unos pocos meses y entregarán alrededor de $1.5 millones al año para ayudar a compensar el costo del combustible más caro.
Estos ejemplos consideran un diferencial de precio entre ambos combustibles de 20%, aunque lógicamente son valores dinámicos y el retorno de la inversión puede variar en favor de una y otra opción. En cualquier caso, queda claro que aplicar un revestimiento de casco de alta calidad ofrece importantes beneficios en la reducción de costos operativos cuando se lo compara con una alternativa promedio del mercado.